7 de diciembre de 1979. Esta fecha marca un hito en la historia de Star Trek. Paramount Pictures estrenaba la primera película de la saga, dirigida por Robert Wise, uno de los grandes directores del cine americano, responsable de títulos como Nadie puede vencerme (The Set-up), Ultimátum a la Tierra (The day the Earth stood still), West Side Story o La amenaza de Andrómeda (The Andromeda strain). El film contaba con los principales actores de la serie de TV: William Shatner, Leonard Nimoy, DeForest Kelley, James Doohan, George Takei, Walter Koening y Nichelle Nichols, entre otros. Los efectos especiales corrieron a cargo del equipo de Douglas Trumbull. Y la música, evocadora y épica, fue compuesta por Jerry Goldsmith. Ambos apartados, efectos visuales y banda sonora, fueron nominados al Oscar.
Por aquel entonces, Marvel llevaba ya un par de años publicando una serie de cómics sobre Star Wars. Empezaron publicando la adaptación en viñetas de la película de George Lucas, para continuar con historias originales ambientadas en el mismo universo y con los mismos protagonistas. Y tuvieron un éxito enorme, tanto que las crónicas cuentan que la jugada salvó a la editorial en un momento de caída de ventas y crisis económica.
Así pues, alguien debió pensar: ¿Por qué no hacer lo mismo con Star Trek? Tampoco es que fuera una idea muy original, pues Western Publishing, bajo el sello editorial Gold Key, ya había publicado una serie de cómics de Star Trek entre finales de 1967 y principios de 1979, con un total de 61 números. Pero el anuncio de que por fin se estrenaría una película de Star Trek debío generar el suficiente interés en la Casa de las Ideas como para intentar repetir la estrategia. Y, así, Marvel adquirió los derechos para publicar cómics de Star Trek.
Star Trek: The Motion Picture sería adaptada al cómic en tres formatos distintos: magazine, pocket book y serie de comic-books.
La versión magazine fue la primera en salir a la venta, con fecha de portada de diciembre de 1979. De las labores artísticas se encargaron profesionales de prestigio. Marv Wolfman adaptaría el guion y Dave Cockrum (lápiz), Klaus Janson (tinta) y Marie Severin (color) se encargarían del apartado gráfico, consiguiendo un producto de gran calidad para los estándares de la época, con una maravillosa portada de Bob Larkin.
La versión pocket book, con fecha de portada de marzo de 1980, se trataba exactamente del mismo cómic, pero con las viñetas remontadas y retocadas, como se puede apreciar en las siguientes imágenes comparativas entre el magazine y el pocket book.




Y por último, la versión comic-book, con fecha de portada de abril de 1980, adaptaría la película en los primeros tres números de la nueva serie, dando paso a historias originales a partir del número cuatro. Se trataba, por tercera vez, del mismo cómic, dividido en tres partes.
Para dar sensación de que se trataba de tres capítulos bien diferenciados, se añadió una splash-page dibujada para la ocasión en el número 2 y el número 3 del comic-book.
El hecho de publicar el mismo cómic en tres formatos distintos tendría la intención, probablemente, de cubrir distintos canales de distribución y distintos perfiles de lectores.
Pero, a pesar de los esfuerzos de Marvel, la serie terminaría en el número 18, sin conseguir alcanzar el éxito de ventas de los cómics de Star Wars. Pero eso no significaría el fin de Star Trek en las viñetas. ¡Ni mucho menos! En 1984, la editorial de Superman y Batman, DC Comics, comenzaría la publicación de los cómics de Star Trek.
Pero eso, como suele decirse, es otra historia.