La cubierta del sexto número de la serie de Star Trek publicada por Marvel, con fecha de portada de septiembre de 1980, y titulado “The Enterprise murder case!”, parece dar a entender que estamos ante un caso tipo “misterio del cuarto cerrado”. Y aunque no es exactamente un caso que encaje con dicho formato, el guionista Mike W. Barr, acompañado de los dibujantes Dave Cockrum y Klaus Janson, homenajean en este número a los relatos de misterio criminal a lo Agatha Christie, y más concretamente al Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle.
En esta ocasión, los tripulantes de la nave Enterprise tienen como misión llevar sano y salvo al embajador Phral a la firma del tratado que supondrá la adhesión de su planeta, Yannid VI, a la Federación de Planetas. Pero cuando el embajador es teletransportado a la nave, se materializa muerto en la sala de teletransporte, con un puñal clavado en la espalda. ¿Hay una manera más típica de iniciar una historia de misterio?
Kirk asigna la investigación del caso a Spock, puesto que se trata de un problema de lógica, y pide la autopsia al doctor McCoy. El mismo vulcaniano cita a Sherlock Holmes y define la tarea que se le ha encomendado como “fascinante”. Así pues, ya tenemos a nuestros particulares Holmes y Watson intergalácticos.
No vamos a destripar aquí la resolución del caso, pero sí diremos que la historia termina, como no podía ser de otro modo con un “elemental, mi querido doctor” que Spock dirige a McCoy, tras explicarle como resolvió el caso.
Y para terminar, un par de apuntes complementarios. No deja de ser curioso que Nicholas Meyer, director de la segunda película de la franquicia, Star Trek II: La ira de Khan...
… así como del sexto film, Star Trek VI: Aquel país desconocido...
… alcanzara notoriedad en el mundo del entretenimiento con su novela sherlockiana The Seven-Per-Cent Solution, publicada en 1974.
Novela que sería llevada al cine en 1976 por Herbert Ross, estrenada en España con el título Elemental, doctor Freud, con guion adaptado por el propio Meyer.
En ese mismo año 1976, el actor Leonard Nimoy actuaría como Sherlock Holmes en una obra de teatro.
Según el propio actor: “Holmes is very much an alien, all right, and I felt that I could understand him the same way I understood Spock.”
Ciertamente, Holmes y Spock son dos iconos de la cultura popular, representantes máximos de la inteligencia y del pensamiento extremadamente racional. ¡Elemental, querido McCoy!